Crònica sobre "Entrar a Vivir", d'Adriano Galante
Noela Covelo, que forma part del projecte Malnascuts, ens explica com va viure l'espectacle d'Adriano Galante al Teatre L'Artesà el passat 20 de maig
El 22 de maig Adriano Galante va arribar a la Sala Petita del Teatre L'Artesà amb Entrar a vivir, un testimoni sonor de les alteracions de la consciència en forma alhora de conferència performativa i de concert. El creador i intèrpret de la peça és part del col·lectiu DEMOLEDORA que aquest estiu, conjuntament amb un equip de professors de música, dansa i teatre de L’Escola d'Arts en Viu, organitzaran el Campus de creació interdisciplinària (música, teatre i dansa) per a joves entre 12 i 17 anys.
La Noela Coelo Velasco és una artista gallega i actualment forma part de la tercera convocatòria de Malnascuts al Prat que s'està duent a terme entre La Capsa i el Teatre L'Artesà. Concretament, lidera el grup d'experimentació vocal Me ocupo del sonido y el sentido vendrá solo. Va ser una de les persones que van poder gaudir de l'espectacle de Galante i ha escrit una crònica al respecte:
"El pasado 20 de mayo, en la sala pequeña del Teatre L’Artesà, pudimos ver la presentación en solitario de Adriano Galante, conocido en la escena musical como miembro de la banda barcelonesa Seward. Habitando un lugar entre el concierto y el teatro, la propuesta Entrar a vivir es una recopilación de experiencias que proponen al espectador un viaje extático. Para ello, hace uso de canciones propias, testimonios y voces de otras personas, el diseño sonoro y lumínico, arquitectónico y su propia presencia escénica y vocal.
Un coro de micros cuelgan desde la parte superior de la sala y cubren todo el escenario. Sirven tanto para producir efectos sonoros como para efectos visuales. Adriano, habitualmente implicado en métodos de trabajo y creaciones colaborativas, se acompaña en esta ocasión del constructor sonoro, artista visual y escenógrafo Marc Vilanova, con quien interactúa durante toda pieza. También forman parte del equipo la mediaturga Sara Serrano, la filósofa Andrea Soto y la arquitecta Alessia Schoor.
Fasciculada por imágenes diferenciadas, la catarsis se va desplegando durante la hora de duración de la pieza. El artista nos prepara primeramente con un juego compositivo de respiraciones, efectos de reverberación, repetición y de danza, para ir poco a poco amplificando la experiencia de la escucha. En medio de esta ascensión casi meditativa, introduce tanto anécdotas en formato nota de voz, reflexiones sobre el éxtasis y el desarrollo de la conciencia humana, como elementos sonoros y lumínicos. Estos últimos están enfocados directamente a la experiencia del público y te van llevando de la mano a la abstracción.
La pieza escénica presenta el trance como un recurso accesible e implícito en el ser humano, asimilándolo, según el propio artista, como una abstracción de experiencias cotidianas como pueden ser hacer la cama, medir, bañarse o comer arroz con leche. A través de estas experiencias acercarse a un estar en el mundo más consciente y más conectado con el cuerpo y otros cuerpos antepasados.
La escena final recoge toda la expansión de efectos para reducirse a un único elemento, la voz cantada de Adriano, y sus interesantes efectos acústicos. Como espectadora, se hace evidente la conexión personal del artista con el trance como lugar de trabajo; en su presencia escénica y en su inmersión absoluta en la propuesta. El artista nos deja con una imagen intimista en la que el uso de su propia voz al cantar, le lleva, y nos lleva, a lugares imprevistos."